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Innova Croissant no nació de la nada, sino del sueño y la valentía de una joven madre salvadoreña que, a pesar de las dificultades, nunca dejó de luchar. En 2015, en Santa Ana, una adolescente llamada Angélica Vanessa Sigüenza Segovia, con solo 15 años, encontró un giro inesperado en su vida cuando se vio embarazada y sola, enfrentando un futuro incierto. Con apenas un noveno grado de estudios, y sin muchas oportunidades laborales por su corta experiencia, Angélica se encontraba ante una encrucijada. A los 19 años, con un niño de 4 años, sabía que tenía que tomar el control de su destino. Fue en ese momento, entre las lágrimas y la incertidumbre, que encontró la chispa de su emprendimiento. Decidió vender pancitos rellenos en las afueras de una escuela en Santa Ana, un pequeño paso que, a pesar de parecer insignificante, fue el primer peldaño de una escalera que la llevaría más lejos de lo que nunca imaginó. Lo que comenzó como una venta modesta, pronto se convirtió en algo mucho más grande. Los pancitos no solo se vendían en la escuela, sino que comenzaron a ser solicitados para eventos, reuniones y refrigerios en diversas ocasiones. Cada pedido, cada cliente satisfecho, le daba más fuerzas para continuar, para seguir aprendiendo, para superar los obstáculos que la vida le ponía. Con cada venta, Angélica sumaba no solo ganancias, sino también conocimiento en finanzas, marketing, y sobre todo, una firme determinación para avanzar.

“Hubo momentos de desesperación, en los que sentía que no lo lograría”, comparte Angélica, “lloré muchas veces, me enfrenté a desafíos que tuve que afrontar sola. Pero en cada lágrima, encontré la fuerza para seguir adelante. Mi meta era clara: salir adelante por mi hijo, demostrarme a mí misma y al mundo que, con suficiente determinación y la ayuda de Dios, todo es posible”.

Hoy, Innova Croissant es mucho más que un negocio. Es la prueba viviente de que con pasión, resiliencia y trabajo duro, los sueños se pueden convertir en una realidad. La historia de Angélica no es solo la de un emprendimiento, sino la de una mujer que, contra todo pronóstico, ha forjado su camino hacia el éxito y ha creado una oportunidad para su futuro y el de su hijo.